Hay que destacar la gran importancia de la prevención, con protocolos de valoración en edad escolar
La escoliosis es una curvatura anormal en el plano frontal de la columna, es decir, vista desde atrás se observa desplazamiento hacia izquierda y/o derecha, en una evidente alteración de la alineación natural. Puede presentar un hombro más adelantado/elevado que otro, y un omóplato prominente.
Puede estar causada por una longitud desigual de las piernas llamada dismetría (la pelvis se inclina y el tren superior tiende hacia el lado opuesto para compensar llegando hasta la región cervical y cabeza), algunas enfermedades que afectan a los huesos, fracturas, mal apoyo de tobillo y/o pie, espasmos neuromusculares que llegan a desalinear las vértebras, degeneración natural por la edad (sobre todo en columnas no cuidadas a lo largo de la vida) o ser de origen idiopático (desconocido), donde ya entrarían los factores genéticos.
TIPOS DE ESCOLIOSIS
Aunque hay niños muy pequeños con este problema (escoliosis infantil), puede aparecer rondando los 6 a 10 años (escoliosis juvenil) aunque se detecte y diagnostique mucho después, o ya en la edad adulta (mayor riesgo de dolor e incapacidad) e incluso en ancianos (una juvenil que ha progresado, un mal cuidado de la columna, una cirugía o lesión, ...)..
Hay dos variantes, la leve, que es indolora y no suele ir a más, y la severa, dolorosa y debilitante, que sí irá empeorando. Aún en el caso de que no haya dolor, la escoliosis puede afectar al equilibrio y a la función cardíaca y pulmonar (reduce el espacio del pecho), y generar problemas digestivos (altera la funcionalidad del suelo pélvico).
La escoliosis se mide en grados de desviación según el “ángulo de Cobb”:
leve (0º a 25º)
moderada (25º a 40º)
severa (+40º)
En función de su estadio, el abordaje será uno u otro: rehabilitación, medidas ortésicas y hasta contemplándose la cirugía en el tercer caso.
TRATAMIENTO
Aunque no tiene cura (es una condición progresiva), una vez existe un diagnóstico médico con una evaluación exacta, hay tratamientos eficaces para controlar su progresión y agravamiento, e intentar evitar que la columna siga perdiendo flexibilidad y volviéndose más rígida según aumente la curvatura.
Con el ejercicio terapéutico intentamos ayudar a que la columna mantenga la flexibilidad o la recupere tanto como sea posible, a la vez que fortalecemos los músculos que la sostienen, para que presente mayor resistencia a la progresión. Se incluye un programa individualizado para casa que mantenga los resultados logrados.
Lo que vamos a buscar es mover la columna de forma que mejore la desalineación, mediante ejercicios específicos personalizados (para cada paciente según su capacidad y el tipo de curva), dirigidos a reducir la curvatura tanto como sea posible, y que mejore la biomecánica general a la vez que disminuya el dolor. Según el estadio, no podrá reducirse de manera notable, pero al menos se conseguirá detener o ralentizar su avance.
En función de la edad se trabajará más la elasticidad (adultos) o el problema estructural (niños y jóvenes). Pero nuestro enfoque irá siempre encaminado a incluir la causa subyacente, además de paliar sus efectos.
Es importante destacar que en el tratamiento de la escoliosis no todo se reduce al ejercicio terapéutico: este debe acompañarse de mejoras generales en la salud, incluyendo la alimentación, los hábitos saludables, y un trabajo interdisciplinar (médicos especialistas, podólogos etc..) De esta forma, el cuerpo estará más fuerte y mejor preparado para “manejar” el tratamiento, y responderá mejor a él.
Hay que destacar la gran importancia de la prevención con protocolos de valoración en edad escolar, con valoraciones in situ por profesionales de la fisioterapia y/o medicina, así como la realización de talleres educacionales en los centros formativos.
Si crees que hay una tendencia a escoliosis, o que podría tenerse, es importante visitarnos para evaluarlo
Llámanos al 925 81 07 22. Cuidamos de ti para que puedas recuperar tu día a día