Llegó el primer día con un dolor y rigidez en la zona del talón que le impedían andar con normalidad
FASCITIS PLANTAR: A.A. 45 años
Paciente derivado por su compañía sanitaria, diagnosticado con fascitis plantar en el pie derecho. Llegó el primer día con un dolor y rigidez en la zona del talón que le impedían apoyarlo debidamente, e incluso andar con normalidad.
Después de 1) valorar su estado (cuando comenzaron los síntomas, con qué intensidad, qué mejora/empeora el dolor) y de 2) buscar las causas (qué actividades hace, qué tipo de calzado usa más, antecedentes de problemas en los pies, práctica deportiva, actividad laboral o habitual...), empezamos con 3) un tratamiento personalizado enfocado a tres objetivos: a) reducir/eliminar el dolor, b) recuperar la fascia, y c) minimizar/evitar el riesgo de que vuelva a producirse.
En el caso de nuestro paciente, se trata de un camarero de sala que pasa su jornada laboral en pie y no utiliza el calzado adecuado.
TRATAMIENTO
Le estamos aplicando un tratamiento inicialmente conservador con estiramientos manuales y movilización del tobillo, reforzado con ejercicios terapéuticos específicos para estirar la fascia y el tendón de Aquiles, y para fortalecer la musculatura de la zona plantar. Puntualmente, le aplicamos tratamiento mínimamente invasivo con ultrasonidos para consolidar la reparación del tejido.
Con ejercicios terapéuticos específicos de bajo impacto para realizar en casa (que debería proseguir una vez recibida el alta) que sigan fortaleciendo la zona, y algunos consejos para su vida diaria (como la valoración podológica y/o un calzado con soporte para el arco plantar, e incluso una órtesis/plantilla personalizada), conseguiremos liberar del todo la tensión, y aumentar la flexibilidad y la movilidad, evitando la cirugía y la dependencia de analgésicos.
(*) La fascia plantar es el tejido fibroso que conecta el talón con la parte delantera del pie por la parte inferior, siguiendo la forma del arco. Hablamos de fascitis plantar o fasciopatía plantar cuando esta fascia se inflama (por demasiada presión, mal apoyo, degeneración, estiramiento excesivo, sobrepeso, …) provocando un dolor que puede ser muy intenso, sobre todo a primera hora del día. Si no se trata, esta lesión (y el dolor) podría prolongarse durante meses y requerir cirugía.
Te ayudamos a retomar tu vida en las mejores condiciones, tanto para la actividad diaria como para la profesional y deportiva.
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